Entendiendo las listas de vicios 1Cor 6:9-11, Gál 5:19-21 y Ef 5:3-5

Estos tres pasajes son similares en el sentido de que enumeran los pecados y las consecuencias de quienes los cometen. Los pasajes a menudo confunden a la gente. ¿Qué tipo de personas describen, creyentes o no creyentes? ¿Cuál es el significado de la lista de estos pecados para los lectores originales y para nosotros?

¿Pierden los creyentes su salvación si cometen estos pecados?

No. Una típica posición Arminiana contestaría que sí, pero podemos descartar esta interpretación porque sabemos que la salvación por gracia significa que las obras no pueden ganar ((Efe.) Ephesians 2:8-9; ((Tito) Titus 3:5) o perder la salvación ((Rom.) Romans 5: 20; ((Col. Colosians 2:13-14). Además, los pecados mencionados en las listas difieren en cada pasaje, por lo que no existe un estándar determinado por el cual uno pueda saber que se ha perdido la salvación. Desafortunadamente, algunos pecados se ven a menudo en los cristianos: la codicia, el odio, los arrebatos de ira, la ambición egoísta, la envidia y la embriaguez. La salvación por gracia a través de la fe excluye el desempeño de uno como condición para obtener o mantener esa salvación (vea Notas de Gracia no. 24, 'Eternamente Seguro')

¿Los creyentes profesantes muestran que nunca fueron verdaderamente salvos si cometen estos pecados?

Esta interpretación a menudo proviene de un enfoque teológico Reformado que enseña que si Dios elige a los que creen e implanta la fe divina como un don, entonces seguramente vivirán y perseverarán hasta el final de sus vidas sin cometer un pecado mayor. Muchos emplearían la frase 'La fe sin obras es muerta', con lo cual quieren decir que una vida sin buenas obras evidentes (y/o una vida de pecado) muestra que la fe nunca existió. Pero esta posición se deriva teológicamente y proviene de una mala interpretación de (Santiago) James 2:14-26 (vea Notas de Gracia no. 2, 'Fe y Obras en Santiago 2:14'). Esta interpretación también niega la gracia gratuita de Dios y la salvación a través de la fe solamente porque las obras se vuelven un componente necesario o prueba de la salvación, y por lo tanto una condición. Podemos estar de acuerdo en que las buenas obras deben caracterizar a un creyente ((Efe.) Ephesians 2:10), pero no pueden probar o refutar la salvación de uno (vea Notas de Gracia no. 28 - '¿Las Obras Pueden Demostrar la Salvación?').

¿Podrían estos pecados describir a un creyente en Cristo?

No hay duda de que los pecados enumerados podrían ser cometidos por creyentes. Esa es la razón por la cual el apóstol Pablo exhorta a sus lectores a no hacerlos. Los creyentes en Corinto ya estaban haciendo mal y engañando ((1Cor.) 1Corinthians 5:11; 6:6-8). A los creyentes de gálatas se les dice que no usen su libertad cristiana para servir a su carne pecaminosa, lo que podría suceder si no caminan en el Espíritu ((Gál.) Galatians 5:13, 16). Pablo no quiere que los creyentes de Éfeso sean engañados para cometer estos pecados ((Efe.) Ephesians 5:6-7). La Biblia y la vida real verifican la realidad del pecado en los cristianos. Una mejor pregunta es: '¿Deberían estos pecados caracterizar a un creyente en Cristo?' Obviamente la respuesta es '¡Nunca!'

Entonces, ¿cómo usa Pablo las listas de pecados?

Esta pregunta depende un poco de lo que se entienda por heredar el reino de Dios. Mientras que algunos ven un aspecto presente del gobierno del reino de Dios ((1Cor.) 1Corinthians 4:20; (Efe.) Ephesians 2:6; (Col.) Colosians 1:13) en el que los creyentes pueden experimentar recompensas temporales, heredar el reino de Dios en estos pasajes acerca de los vicios parece claramente ser futuro, como en otros pasajes paulinos ((1Cor.) 1Corinthians 15:24, 50; (Efe.) Ephesians 1:14, 18; (Col.) Colosians 3:24; (2Tim.) 2Timothy 4:1, 18).

Considerando al reino venidero, hay dos puntos de vista que mantienen la integridad de la salvación por gracia a través de la fe solamente. Ambos puntos de vista asumen, con justa razón en base a los contextos, que los lectores son creyentes. En Primera de Corintios, el contraste entre incrédulos y creyentes se ve claramente en 6:1-9. En el versículo 1 vemos el contraste de los 'injustos' con los 'santos' y en el versículo 6 el contraste entre los 'hermanos' y los 'incrédulos'. Esto ayuda a definir a los injustos en el versículo 9 como incrédulos en contraste con los lectores creyentes descritos como lavados, santificados y justificados en el versículo 11 (cf. 1:2). En Gálatas es claro que los lectores son creyentes (1:6-7; 3:26-27; 5:1) a quienes se les presentan las opciones de vivir según el Espíritu o según la carne (5:16-26). Los pecados de la carne caracterizan las vidas anteriores de los lectores como incrédulos (5:24). Las listas de vicios se usan a menudo para describir a los incrédulos en el Nuevo Testamento (cf. (Rom.) Romans 1:29-32; (Fili.) Philippians 3:2; (2Tim.) 2Timothy 3:2-7; (Tito) Titus 3:3; (1Ped.) 1Peter 4:3; (Apo.) Revelations 21:8). Los lectores de Éfeso son llamados 'santos' (1:1) y Pablo les recuerda que fueron salvos (2:8). Después de confirmar su posición en Cristo en los capítulos 1-3, las preocupaciones éticas de los capítulos 4-6 se introducen en 4:1 con la exhortación de Pablo a 'andar como es digno de la vocación con que fuisteis llamados'. Por lo tanto, su conducta debe contrastar con sus vidas anteriores sin salvación (4:17-32). En consecuencia, el tema en Efesios 5 es una conducta 'propia de los santos' (v. 3). Luego, Pablo contrasta la conducta de los creyentes en la luz con la de los incrédulos en la oscuridad (vv. 1-18). No deben ser partícipes con los incrédulos 'hijos de desobediencia' (cf. 2:2-3) que experimentan la ira de Dios (vv. 6-7). Entonces, claramente, los lectores de Pablo de estas tres epístolas son creyentes.

Un punto de vista ve estos pasajes como advertencias a los creyentes acerca de perder recompensas en la eternidad, como gobernar con Jesucristo. Esta interpretación considera que 'heredar' significa poseer plenamente o disfrutar de ricas recompensas en el futuro reino milenario de Dios basado en el desempeño o el mérito. Si bien todos los creyentes entrarán en el reino, solo los creyentes fieles (que eviten los vicios enumerados) serán recompensados. Heredar o la herencia se usa para hablar de disfrutar futuras recompensas eternas, incluyendo gobernar con Cristo, en varios pasajes del Nuevo Testamento ((Rom.) Romans 8:17b; (Col.) Colosians 3:24; (2Tim.) 2Timothy 2:11-13). Sin embargo, en (1Corintios) 1Corinthians 15:50-53, heredar el reino de Dios es inmerecido y se basa en la resurrección de los creyentes en la era de la iglesia.

Otro punto de vista ve estos pasajes como exhortaciones a los creyentes a no comportarse como incrédulos. En otras palabras, las listas de vicios describen las características de los incrédulos que los cristianos no deberían imitar. Estos incrédulos no heredarán el reino de Dios ni disfrutarán de sus riquezas porque no entrarán en el reino, entonces, ¿por qué los creyentes querrían identificarse con ellos? Gálatas conecta la herencia con la promesa abrahámica y la fe en Cristo, no con la ejecución ((Gál.) Galatians 3:18, 29; 4:1, 7, 30). (Mateo) Matthew 19:16 muestra que 'tener vida eterna' tiene un significado similar a 'heredar la vida eterna' que se usa en los dos relatos paralelos, (Marcos) Mark 10:17 y (Lucas) Luke 18:18. Heredar el reino, si se habla de recompensas, necesariamente incluiría entrar en el reino. Los que entran en el reino lo hacen con la expectativa de recibir recompensas. Los contrastes entre creyentes y no creyentes son tan pronunciados en los contextos de estos pasajes que esta interpretación parece ser la más fuerte de las dos.

Conclusión

Las listas de vicios en estos tres pasajes no fueron escritas para advertir acerca de perder la salvación, o para identificar a aquellos que falsamente profesan ser salvos. Están escritos para motivar a los lectores a estar a la altura de su llamado como personas nuevas en una vida nueva. Los pecados enumerados caracterizan a los incrédulos cuyo comportamiento contrasta con el que debería caracterizar a los creyentes. Este contraste es consistente y enfático en cada contexto. Es un hecho triste que los creyentes puedan vivir de acuerdo con su naturaleza pecaminosa, la carne, y parecer incrédulos.

Los cristianos atados al Reino no deben vivir como los no cristianos atados al infierno; es incongruente con la nueva vida, la nueva posición, y la nueva identidad dada a aquellos que creen en Jesucristo como Salvador. Tal comportamiento también perdería las recompensas en esta vida y en el reino venidero.