¿Existe un Pecado que Dios no Perdona?

El temor a no ser perdonado. Ambos creyentes e incrédulos algunas veces expresan el temor de haber cometido un pecado que es imperdonable. Esto roba el gozo de su salvación, la seguridad de su salvación, o para los incrédulos, la esperanza de llegar a ser salvos algún día. Ellos tal vez piensen que han cometido el llamado 'pecado imperdonable', o más bíblicamente, 'la blasfemia contra el Espíritu Santo'.

Es muy claro que Jesús murió por todos los pecados (Col 2:13). Esto incluye los pecados cometidos antes y también los pecados cometidos después, y aun los que están en el futuro. Dios no se va a sorprender por sus pecados futuros al punto de que Él se ve a arrepentir de darle la vida eterna y por lo tanto tomarla de regreso. Una vez que es salvo, el creyente está seguro para siempre.

También está claro que muchos consideran que hasta el pecado más terrible está cubierto por la provisión de Dios a través de Cristo. Fornicación, adulterio, y homosexualidad están entre los pecados que los corintios habían cometido cuando el Apóstol Pablo les recordó 'Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios' (1 Cor 6:11). El Rey David fue perdonado de cometer adulterio y asesinato (2 Sm 12:13).

Jesús dijo de un - y sólo de un - pecado que cualquiera que lo cometa 'no tiene jamás perdón' (Mc 3:29). Pero la naturaleza de ese pecado no está tan clara.

Aunque llamado 'el pecado imperdonable', Jesús de hecho dijo, 'mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada' y 'mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada' (Mt 12:31-32). Cada pecado es perdonable a través de Cristo, pero cualquiera que blasfeme en contra del Espíritu Santo nunca va a experimentar ese perdón.

'Blasfemia' significa hablar mal o injuriosamente acerca de alguien. Pero aún la blasfemia en contra de Jesucristo será perdonada (Mt12:32; cf. Mc 3:28). Entonces debe de haber una diferencia entre la blasfemia en contra de Jesucristo y la blasfemia en contra del Espíritu Santo.

1. Es el rechazo nacional de Israel hacia el Mesías. En este punto de vista sólo se puede cometer por la nación de Israel en el tiempo en que Cristo se les estaba presentando como Rey. Por lo tanto, no se puede cometer por un individuo, y no se puede cometer hoy. Es verdad que en el relato de Mateo parece que Cristo se está presentando a sí mismo como el Rey de Israel quien va a traer el reino. En el contexto que le sigue, Cristo llama a Su generación 'generación mala' que merece la condenación porque ellos rechazaron al Rey (Mt 12:39, 41-42). Pero algunos dudan de esta interpretación porque Jesús dijo que está advertencia aplica a 'cualquiera', lo que denota a individuos. También está claro que es un pecado que se refiere a hablar: 'al que hable contra...' (Mt 12:32).
2. Es acusar a Cristo de lealtad satánica. En esta opinión alguien acusa verbalmente a Cristo de tener origen satánico. Los escribas dicen de Jesús, 'que tenía a Beelzebú' y 'que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios' (Mc 3:22). Algunos pudieran considerar que se dijo esto por ignorancia, sería una calumnia en contra de Cristo que se pudiera perdonar (Mt 12:32; Mc 3:28). Cuando Mc 3:30 explica que esta advertencia es 'Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo', esto puede implicar que Cristo les está advirtiendo que al calumniarlo a Él están muy cerca de cometer la blasfemia en contra del Espíritu Santo, aunque ellos no lo han hecho todavía.
3. Es no creer en el evangelio. Por supuesto alguien que no cree en la promesa del evangelio no puede ser perdonado en su incredulidad. También, esta interpretación de la blasfemia en contra del Espíritu Santo permite que sea cometida por algún individuo en la actualidad y por todos los incrédulos. Un problema con este punto de vista es que la advertencia parece más específica y seria que eso. Si esta opinión es cierta, ¿Por qué no simplemente llamarla incredulidad? Pero es un pecado que involucra hablar y no sólo rechazar a Cristo, sino un rechazo al testimonio del Espíritu Santo. Además, la incredulidad se puede perdonar.
4. Es un rechazo deliberado y difamatorio del testimonio del Espíritu Santo acerca de Cristo. Este pecado se revela en constante acusación de que Jesucristo está en complot con el diablo. El Padre testifica acerca del Hijo ambos a través de la profecía y en Su aprobación verbal en el bautizo de Cristo. El Hijo da testimonio a través de Sus propias palabras y obras. Estos testimonios son externos. Más el Espíritu Santo da testimonio a través de Su ministerio de convicción (Jn 16:7-11). Este testimonio es interno. Cuando el Espíritu convence a un incrédulo acerca de quién es Jesús, y esa persona de cualquier manera Le acusa de ser satánico, ha cometido la blasfemia en contra del Espíritu Santo. La discusión de Mateo que sigue a la advertencia enfatiza que las palabras de uno revelan la condición del corazón, por lo que: 'por tus palabras serás condenado' (Mt 12:33-37). La acusación de que Jesús es del diablo revela la ceguera moral de una persona que pudiera llamar luz a las tinieblas. Esto muestra un corazón endurecido más allá de la esperanza del perdón, porque ya no hay nada más a que apelar en la consciencia cuando el testimonio del Espíritu Santo se rechaza y se calumnia.

De acuerdo con las tres últimas interpretaciones, este pecado todavía se puede cometer hoy. La última y tal vez más convincente interpretación pudiera decir que este pecado se puede cometer por alguien que conscientemente y maliciosamente rechaza y calumnia al ministerio de convencimiento del Espíritu Santo acerca de la persona de Cristo. Sería difícil saber cuándo alguien rechaza al testimonio del Espíritu Santo conscientemente y no por ignorancia, pero Dios sí lo sabe.

Interpretar la blasfemia en contra del Espíritu Santo no es fácil. Nosotros haremos bien en enfocarnos en lo que estos pasajes nos enseñan de una manera clara. Es claro que la advertencia de Cristo fue para los incrédulos. Un creyente no puede cometer la blasfemia en contra del Espíritu Santo. De hecho, si un creyente se preocupa de haber cometido este pecado, la evidencia de su consciencia es un buen argumento de que él no lo ha cometido.

La gracia de Dios cubre cada pecado, pero el incrédulo debe de apropiarse de la gracia de Dios. Dios puede y va a perdonar todo y cada pecado, pero un incrédulo que blasfemia en contra del Espíritu Santo está moralmente ciego al punto de que su corazón se ha endurecido por su consciente rechazo de Jesús hasta el punto de que él nunca se va a apropiar de Su gracia para el perdón. Cualquier incrédulo que crea va a ser salvo. Pero un incrédulo que blasfema en contra del Espíritu Santo demuestra una condición espiritual que impide una actitud receptiva hacia el evangelio.