¿Qué debo hacer para 'dejar de ser salvo'?

La pregunta “¿Qué debo hacer para ser salvo?” se responde fácilmente en (Hechos) Acts 16:31: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo”. Si bien abundan los argumentos para que la salvación sea segura para siempre (vea Notas de Gracia no. 24, "Eternamente Seguro"), salgunos no están de acuerdo; creen que la salvación se puede perder. Teniendo en cuenta todo lo que sucede en la salvación de uno, si fuera posible perder esa salvación, esto es lo que se le debe decir a alguien que haga para dejar de ser salvo.

1. Negar el alcance de la expiación. Cuando Jesucristo murió en la cruz, dijo: "¡Consumado es!" Su intención fue decir que ya había hecho el pago total para satisfacer los justos requisitos de Dios para el castigo de todos los pecados de todas las personas. Dios ahora es propiciado o apaciguado. Para dejar de ser salvo, usted tendría que concluir que la obra de Cristo no satisfizo la justicia de Dios y no es suficiente para usted. (
2. Cambiar la justificación de Dios. Sería como desechar el veredicto del Juez de todo el universo que juzga en base al justo sacrificio de Su Hijo, no al comportamiento de uno. En lugar de que Su veredicto le declare justo, para dejar de ser salvo, usted tendría que obtener un juicio que le declare culpable a pesar del pago de Cristo. ((Romanos) Rom. 3:24; 8:31-34; (Gálatas) Gal. 2:16)
3. Reembolsar la redención. Ya que los creyentes son comprados del mercado de esclavos del pecado a través del precio que Dios pagó al dar a Su Hijo, para dejar de ser salvo, usted tendría que reembolsar ese pago o desacreditarlo. ((Romanos) Rom. 3:24; (Gálatas) Gal. 3:13; 4:5; (1 Pedro) 1 Peter 1:18-19)
4. Revocar la reconciliación. Jesucristo reconcilió y restauró la armonía en la relación del hombre con Dios al eliminar la barrera del pecado y, por lo tanto, cualquier causa de hostilidad. Para dejar de ser salvo, usted tendría que deshacer Su obra de reparación y volver a ser enemigo de Dios. ((2 Coritnios) 2 Cor. 5:18-19; (Colosenses) Col. 1:19-22)
5. Anular la adopción. Cuando Dios adopta a los creyentes en Su familia real, son tratados con todos los derechos de los hijos e hijas naturales. En el mundo antiguo como hoy, la adopción era y es un proceso legal, por lo que, para dejar de ser salvo, usted tendría que buscar una anulación legal y volver a ser como un esclavo.((Romanos) Rom. 8:15-17; (Gálatas) Gal. 4:4-6)
6. Rechazar el perdón de los pecados perdonados. Dios a través de Cristo perdonó todos los pecados de todos los que creen en Su Hijo para salvación eterna. Para dejar de ser salvo, usted debe negarse a ser perdonado y estar dispuesto a pagar un precio eterno por sus pecados. ((Efesios) Eph. 1:7; 4:32; (Colosenses) Col. 1:14; 2:13-14)
7. Des-nacer. Dios trae a todos los creyentes en Cristo a Su familia por medio de un nuevo nacimiento. Para dejar de ser salvo, usted necesitaría des-nacer o abortar de la regeneración de Dios y averiguar cómo “nacer de nuevo” una vez más (y otra vez) si decide ser salvo una vez más (y otra vez). ((Juan) John 1:12-13; 3:3-6; (Tito) Titus 3:5)
8. Romper el sello del Espíritu Santo. Los que creen en Cristo son sellados con el Espíritu Santo hasta el día de su plena y definitiva redención. En el mundo antiguo, un sello garantizaba la entrega a la meta final. Para dejar de ser salvo, usted tendría que romper ese sello y cancelar la garantía. ((Efesios) Eph. 1:13-14; 4:30; (2 Corintios) 2 Cor. 12:21-22)
9. Expulsar al Espíritu Santo que mora en nosotros. Ya que todos los creyentes están habitados por el Espíritu Santo, para dejar de ser salvo, usted tendría que echarlo fuera. ((Juan) John 7:39; 14:16-17; (Romanos) Rom. 8:9-11)
10. Salirse de la unión con Cristo. En la salvación, los creyentes se unen con Cristo en Su muerte y resurrección. Para dejar de ser salvo, usted tendría que salirse de su posición espiritual en Cristo. ((Romanos) Rom. 6:3-5; (Colosenses) Col. 2:11-12)
11. Retirarse del cuerpo de Cristo. Cada creyente es bautizado (sumergido) por el Espíritu Santo en el cuerpo de Cristo donde cada uno cumple el propósito de Dios. Para dejar de ser salvo, usted debe deshacer la obra bautismal del Espíritu Santo y el propósito de Dios para el don espiritual que le dio en el cuerpo de Cristo. ((Romanos) Rom. 12:4-8; (1 Corintios) 1 Cor. 12:12-14; 27-30)
12. Dejar de ser santificado. Dios mira a todos aquellos que creen en Jesucristo como santificados (apartados) posicionalmente, y obra en ellos en la experiencia diaria. Para dejar de ser salvo, usted tendría que perder esa posición especial y la experiencia de llegar a ser como Cristo. ((1 Coritnios) 1 Cor. 6:11; (Hebreos) Heb. 10:10; (1 Tesalonisenses) 1 Thess. 5:23)
13. Alterar la gracia de Dios. La Palabra de Dios presenta Su gracia como ilimitada, incondicional y superior a todo pecado. Para dejar de ser salvo, usted debe cambiar el significado de esta gracia asombrosa para hacerla limitado y condicional, por muy contradictorio que esto sea. ((Romanos) Rom. 3:24; 5:20; 11:6; (Efesios) Eph. 1:6; 2:4-9)
14. Limitar el amor de Dios. El amor de Dios es insondable e incondicional. Su amor lo movió a proveer salvación al dar a Su Hijo, Jesús, y mantener a todos los salvos seguros en una relación con Él. Para dejar de ser salvo, usted tendría que limitar, separar o eliminar el amor inconmensurable de Dios. ((Juan) John 3:16; (Romanos) Rom. 8:35-39; (Efesios) Eph. 2:4-5)
15. Anular el propósito final de Dios. El propósito de la predestinación de Dios para los que creen es hacerlos semejantes a Cristo y ser finalmente glorificados. Para dejar de ser salvo, usted tendría que anular la voluntad de Dios y abandonar esa transformación. ((Romanos) Rom. 8:29-30; (2 Corintios) 2 Cor. 3:18)
16. Zafarse del doble agarre divino. Los que creen en Cristo están seguros en la mano de Jesús y en la mano de Dios. Esto significa que tienen vida eterna, nunca perecerán y no podrán ser arrebatados de esas manos. Para dejar de ser salvo, usted tendría que zafarse de ese fuerte agarre. ((Juan) John 6:37; 10:28-30)
17. Hacer mentiroso a Dios. A todos que creen en Cristo, Dios promete la vida eterna que es segura e ininterrumpida. Para dejar de ser salvo, usted tendría que suponer que Dios y Su Hijo son mentirosos. ((Juan) John 3:15-16; 5:24; 6:37; (Tito) Titus 1:2)
18. Renunciar a la ciudadanía celestial. TLos que creen en Cristo se convierten en ciudadanos del cielo y están sentados espiritualmente con Cristo en el cielo. Para dejar de ser salvo, usted debe renunciar a esta posición. ((Efesios) Eph. 1:3; (Filipenses) Phil.3:20; (Colosenses) Col. 3:1-3)
19. Rechazar la herencia. Los creyentes son herederos de Dios con privilegios de una rica herencia según su fidelidad. Para dejar de ser salvo, usted tendría que despojarte de cualquier herencia que Dios tenga para sus hijos en su reino venidero. ((Hechos) Acts 26:18; (Romanos) Rom. 8:17; (Efesios) Eph. 1:11)
20. Regresar a la muerte y a la oscuridad. Los que creen en Cristo son trasladados fuera del dominio de la muerte y la oscuridad. Para dejar de ser salvo, usted tendría que ser trasladado de la vida para volver a la muerte, y de la luz a la oscuridad. ((Juan) John 5:24; 11:25-26; (Colosenses) Col. 1:12-13)
21. Revocar los pactos del Antiguo Testamento. La salvación prometida a través del Mesías llega a los creyentes a través de los pactos incondicionales que Dios hizo con Abraham, David e Israel. Aunque Él nunca rescindió Sus pactos, para dejar de ser salvo, usted debe encontrar una manera de cancelar esa promesa. ((Génesis) Gen. 15:6; (Romanos) Rom. 4:13-16; (Gálatas) Gal. 3:29)
22. Editar el Libro de la Vida. Los nombres de todos los que creen en Cristo y reciben la vida eterna están inscritos en el Libro de la Vida. Para dejar de ser salvo, usted tendría que borrar su nombre de ese Libro a pesar de la seguridad de que Dios nunca quitará el nombre de un creyente del Libro. ((Filipenses) Phil. 4:3; (Apocalipsis) Rev. 3:5; 20:12-15)

Conclusión

Cuando entendemos todo lo que se logró para y en todos los que son salvos, casi parece demasiado difícil no ser salvo, si es que eso fuera posible. Es mucho más fácil aceptar la gracia de Dios a través de la fe y disfrutar de Sus bendiciones. Es difícil entender cómo aquellos que tienen las bendiciones de la salvación querrían renunciar a ellas o perderlas a menos que no entiendan o aprecien su posesión. Por el contrario, esas bendiciones deberían motivar a todos los creyentes a vivir una vida agradable a Dios.