Un Laberinto de Gracia

Aquellos que usan la Biblia como autoritaria no disputan la clara declaración bíblica 'por gracia sois salvos' (Ef 2:8). Pero una afirmación universal no necesariamente significa un acuerdo universal acerca de cómo somos salvos eternamente. Eso depende de cómo defina uno la gracia. Cuando se cambia el significado de la gracia, la condición para la salvación también cambia.

Entonces, exactamente ¿Qué significa gracia cuando hablamos de salvación? Si la gracia significa algo más que el absoluto regalo gratuito incondicional de Dios que se recibe por medio de la fe, entonces esta debe de involucrar el esfuerzo humano. Por lo menos esto es lo que muchos han dicho de una forma u otra. Pero en su 'laberinto de gracia', gracia lo es todo menos sorprendente. Aquí enumero unas cuantas de las torceduras y giros más comunes de la gracia:

Los Testigos de Jehová. En la traducción del Nuevo Mundo traduce gracia como 'bondad inmerecida'. ¿Qué tan lejos va esta bondad inmerecida? En una discusión titulada: 'Agradecidos por la bondad inmerecida de Dios' (en su sitio oficial, jw.org/es), vemos las implicaciones de su comprensión de la gracia: 'Gracias a su bondad inmerecida, Dios perdona nuestros pecados, siempre y cuando nos arrepintamos y luchemos con todas nuestras fuerzas contra nuestras malas inclinaciones'. Tenemos un eco de Ef 2:8 que representa de forma conflictiva a la gracia como algo que ¡no se puede ganar pero aun así requiere nuestro esfuerzo!

Mormonismo. Una visita al sitio oficial de Internet de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ( mormon.org/spa/) encuentra esta declaración: 'La gracia es un poder que habilita a hombres y mujeres a aferrarse a la vida eterna y a la exaltación después de que han usado todos sus mejores esfuerzos'. En el Libro del Mormón, leemos 'pues sabemos que es por la gracia por la que nos salvamos, después de hacer cuanto podamos' (2 Nefi 25:23b). Este obvio paralelo con Ef 2:8 toma un extraño vuelco. Encontramos que después de todo, la gracia se nos da como una ayuda después de que hayamos hecho nuestro mejor esfuerzo.

El Catolicismo Romano. En el sitio oficial del Vaticano leemos esta declaración: 'La gracia es el favor, el auxilio gratuito que Dios nos da para responder a su llamada: llegar a ser hijos de Dios'[1] (su énfasis). 'El bautismo es el sacramento por el cual el hombre nace a la vida espiritual... Esta gracia supone un derecho especial a recibir los auxilios espirituales que sean necesarios para vivir cristianamente, como hijo de Dios en la Iglesia, hasta alcanzar la salvación'[2] 2 (su énfasis). Note que la gracia sólo es un auxilio gratuito entonces tenemos que hacer méritos además de tener la gracia para alcanzar la salvación.

¡Otras religiones no son tan diferentes! Gracia no es totalmente gratuita e incondicional, sino una fuerza añadida o recompensa por nuestro propio esfuerzo, se debe ganar en lugar de recibirla a través de la fe.

Desafortunadamente, aún los evangélicos creyentes-bíblicos se pierden en el laberinto. Muchos han adoptado el término 'gracia costosa / gracia barata' inventado por Deitrich Bonhoeffer (un teólogo/activista alemán Luterano). Un autor escribe, 'Mientras esta [la gracia] es gratuita, esta no es barata' (John F. McArthur, El evangelio según Jesucristo (Spanish Edition). Entonces si gracia es gratis - pero no barata; debe de ser costosa. ¿Pero cómo puede la gracia ser gratis si es costosa - o barata, para el caso es lo mismo? Cuando leemos Bonhoeffer y esos otros autores, vemos que 'costoso/barato' son adjetivos aplicados equivocadamente al concepto mismo de la gracia, cuando ellos de lo que realmente están hablando es acerca de cómo un Cristiano puede responder a la gracia de Dios (con un comportamiento que refleja la apreciación por la gracia de Dios o con un comportamiento que la desprecia). Pero ya existe un lenguaje bíblico para una respuesta indigna a la gracia. La Biblia dice que la gracia se puede recibir en vano (2 Cor 6:1); poner a un lado (Ga 2:21); insultarla (Heb 10:29); y dejar de alcanzarla (Heb 12:15). Este lenguaje bíblico expresa una respuesta incorrecta a la gracia gratuita sin impugnar el puro concepto de la misma gracia, que es el desafortunado resultado de usar términos como 'gracia costosa/gracia barata'.

La Biblia puede usar la palabra gracia para decir 'favor' en un sentido general, o en las epístolas del Nuevo Testamento aún se usa como un saludo para decir 'paz'. Pero cuando hablamos de la salvación de Dios del infierno y de liberarnos del pecado, la Biblia es muy clara acerca del significado de gracia. Una clave para su significado se encuentra en la palabra original de gracia (charis), que es la raíz de la palabra traducida como regalo (carisma). Considere el significado inequívoco de la gracia en estos versos:

Ef 2:8-9. 'Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe'. Aprendemos de esto que la gracia que salva no se origina dentro de nosotros, sino en Dios, y que está excluida de nuestras obras (esfuerzo) como parte del regalo general de la salvación de Dios. Ya que no se puede ganar, sólo se puede recibir a través de la fe.

Ro 3:24. 'siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús'. La gracia que salva (justifica) es absolutamente gratuita, porque Jesús ya pagó el precio completo (el significado esencial de 'redención') por nuestros pecados.

Ro 4:4. 'Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda'. En una discusión acerca de justificación, el Apóstol Pablo explica que cualquier tipo de obra nulifica la gracia y produce una situación de deuda y obligación, no de regalo.

Ro 11:6. 'Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra'. La gracia y las obras son mutuamente excluyentes. La gracia excluye el concepto de mérito; no es una recompensa o una exaltación del esfuerzo humano.

Existe un confuso 'laberinto de gracia' que se encuentra en los comentarios religiosos. Pero cuando dejamos que la Biblia hable por sí misma, no encubre o confunde la gracia pura de Dios que nos salva. La gracia que salva no es una recompensa al esfuerzo humano, ni tampoco es un poder que ayuda a nuestro propio esfuerzo, Gracia no es obras ni mérito. La gracia no es costosa, ni barata. Es un regalo de Dios totalmente gratuito e incondicional otorgado a los que de ninguna manera lo merecen. Es el regalo de la vida eterna dado a los pecadores perdidos quienes no tienen ningún mérito en absoluto delante de Dios, y quienes sólo pueden recibir el regalo por medio de la fe. Entendiendo esto mantiene a la gracia como asombrosa.

[1] Catecismo de la Iglesia Católica

[2] El Sacramento del Bautismo