¿Es Fe en Cristo Jesús un Regalo de Dios?

Una persona es salva eternamente a través de la fe en el evangelio de Jesucristo, pero ¿Es Dios quien da esta fe o simplemente es una respuesta humana? Aquellos que enseñan que la fe debe de ser dada por Dios normalmente son llevados a pensar eso por su perspectiva teológica, ciertamente como la teología de la Reforma. Su punto de vista de la total depravación del hombre no permite ninguna respuesta positiva del hombre hacia Dios. Ellos dicen que si la fe se originara en el hombre esto sería una obra meritoria que le roba Su gloria a Dios. En esta opinión, ya que Dios da la fe que salva, esa fe va a sostener al creyente en una vida de obediencia. Pero existen problemas al ver la fe como un regalo de Dios.

Aquellos que ven la fe como un regalo interpretan la condición del hombre, 'muertos en vuestros delitos y pecados', descrita en Ef 2:1 como como una total inhabilidad de responder a Dios de una forma positiva. Pero esa frase describe la total separación del hombre de Dios, no su inhabilidad para responder a Dios. El hombre pecador está totalmente separado de Dios y por lo tanto sin la vida eterna. El hombre retiene la imagen de Dios hasta cierto punto; fue estropeada severamente en la caída, pero no totalmente destruida. Hch 10:2 describe a Cornelio antes de que conociera a Jesucristo como Salvador como un hombre devoto que temía a Dios, daba limosnas, y oraba a Dios (¡y Dios oía sus oraciones! Hch 10:31). En Hch 17 los atenienses no tenían el objeto adecuado de su fe porque adoraban ídolos. Pablo les motiva a que busquen conocer a su 'DIOS NO CONOCIDO' quien por supuesto es Jesucristo. Los hombres pueden buscar a Dios en su estado de no-salvos de la manera en que Dios los guíe (Jn 6:28-29, 44-45).

Otro problema teológico con la opinión de que la fe es un regalo de Dios es que esta malentiende la naturaleza de la fe. Fe no es (como ellos dicen) una energía divina, un poder especial, o una infusión dinámica. Esto confunde la fe con el poder del Espíritu Santo. Fe es simplemente fe. Esto significa que uno está convencido o persuadido de que algo es verdad por lo que existe una apropiación personal de esa fe. No existe un tipo especial de fe para la salvación eterna. Sólo existe un objeto especial para la fe - Jesucristo. El tipo de fe que uno debe tener en Buda no es diferente al tipo de fe que uno debe tener en Jesús. La única diferencia es el objeto: Buda no salva; Jesús si salva. Hacer a la fe el poder de la salvación es confundir a la fe con el Espíritu Santo; de acuerdo con Ef 2:8 la gracia es la base de la salvación y la fe es el medio por el cual nos apropiamos de la gracia. Dicho correctamente no somos salvos por fe, sino a través de la fe.

Para mostrar que la fe no es una obra meritoria, la Biblia contrasta la fe en Cristo con las obras meritorias en ambos Ef 2:8-9 y Ro 4:4-5. Fe significa exactamente que no podemos hacer nada por nuestra salvación. Nosotros sólo podemos recibir la salvación como un regalo. La fe es como una mano vacía que simplemente acepta un regalo.

El pasaje principal para apoyar a la fe como un regalo de Dios para la salvación es Ef 2:8-9:

'Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, [pues es] don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe'.

Se dice que el pronombre demostrativo 'esto' se refiere a 'fe' como un regalo de Dios (las palabras 'pues es' no están en el lenguaje original, pero se proveen en la traducción como se muestra en los corchetes). Pero 'esto' no se puede referir a 'fe' (ni a 'gracia') porque el original griego tendría que ser en forma femenina. Pero 'esto' es neutro lo que muestra que el mejor antecedente es el concepto de la salvación por gracia. Esto encaja en el contexto que está gobernado por la salvación por gracia en el capítulo 1 y especialmente en 2:4-9.

Existen otros pasajes que se usan para argumentar que la fe es un regalo de Dios, pero no ofrecen ningún apoyo. Por ejemplo, está claro que algunos pasajes hablan de la fe como un regalo espiritual especial (Ro 12:3; 1 Cor 12:9) o simplemente como la oportunidad de creer (Fil 1:29), pero no como un regalo para salvación.

Para empezar la opinión que dice que Dios nos debe de dar la fe para creer es una tautología[1] . Esto supone lo que trata de probar. En otras palabras, esta opinión dice que nosotros creemos porque Dios nos da la fe. Pero si Dios nos da la fe, entonces ya no necesitamos creer. O si nosotros creemos, entonces Dios ya no necesita darnos la fe.

Otro problema con esta opinión es su teología que dice que el hombre no-salvo está 'muerto' y no puede creer a menos que él sea vuelto a la vida. Por lo tanto Dios nos da la fe como una energía que nos da la vida que nos regenera para que podamos creer. Pero si nosotros tenemos la vida divina y somos regenerados, no necesitaríamos creer para tener vida eterna - ¡ya la tenemos!

También, si la fe como regalo es un poder que sostiene al creyente en una vida de obediencia, entonces, la obediencia sería perfecta y nunca se interrumpiría por el pecado o la desobediencia. Sería redundante que el Nuevo Testamento nos advierta y mande a que vivamos una vida recta. Pero ya que los creyentes pecan, esto muestra que la respuesta humana es un aspecto crucial de la santificación.

Finalmente, si no podemos ser salvos a menos y hasta que Dios nos dé la fe en el evangelio, entonces Dios no nos puede hacer responsables por no creer en el evangelio. Pero Él claramente lo hace (Jn 3:18, 36, 5:40).

No es difícil llegar a la conclusión de que esos que dicen que Dios debe darnos la fe para creer para salvación lo hacen en base a una construcción teológica que no está validada por las Escrituras. El hombre pecador retiene la imagen de Dios hasta el punto de que puede tener fe para salvación en un objeto ya sea digno o indigno. La única fe que salva es la fe en la persona y la obra de Jesucristo. La fe no es el regalo; Jesucristo es el regalo. Dios puede llevarnos hacia Él (Jn 6:28-29, 44-45), convencernos de la verdad del evangelio (Jn 16:8), e invitarnos a recibir la vida eterna (Jn 3:16; 4:10; 7:37), pero nuestra responsabilidad es creer en el evangelio para la vida eterna.

[1] LÓGICA MATEMÁTICA