¿La Teología de la Gracia Gratuita Guía a una Garantía Falsa?

La teología de la Gracia Gratuita enseña que los que creen en Jesucristo como el Hijo de Dios quien murió en la cruz por sus pecados, resucitó de los muertos, y garantiza salvación eterna son salvos. Esos que creen en Jesucristo como su Salvador pueden saber con seguridad que son salvos.

Pero algunos objetan que esto no es tan simple o sencillo. Ellos dicen que el punto de vista de la Gracia Gratuita les da a las personas una falsa y dañina seguridad en la base de su profesión de fe. Después de todo, ellos puede que no hayan creído con todo su corazón, ni que se alejaron de sus pecados (en su arrepentimiento), ni que han hecho suficientes buenas obras.

La perspectiva de la Gracia Gratuita es única porque su énfasis es en la gratuita, incondicional gracia de Dios en la salvación. Nosotros somos salvos por lo que Dios ha hecho, lo que significa que todo lo que tenemos que hacer es creer - no hay nada más que podamos hacer.

Otras perspectivas teológicas requieren algún aspecto del desempeño humano antes de que una persona que profesa fe en Cristo pueda estar segura de que es salva. Aun así, su seguridad no es absolutamente completa o certera. Tres teologías líderes fallan al no dar al creyente total seguridad.

El Calvinismo Reformado enseña que la fe divina garantiza un profundo arrepentimiento (alejarse de los pecados), una vida cambiada (evidente por las buenas obras), y la perseverancia en fidelidad hasta el final de sus vidas porque Dios debe de dar la fe a los elegidos para creer y ser regenerados antes que crean. Creyentes que profesan pueden tener la seguridad sólo si exhiben estas cosas a la satisfacción de su propio juicio subjetivo.

El Arminianismo enseña que los que creen en Jesucristo como Salvador tienen la libertad de rechazar a Cristo y perder su salvación o perderla por causa del pecado. Por lo tanto, los que creen sólo pueden tener una seguridad de su salvación actual, pero no una seguridad continua del futuro de su salvación.

La Salvación por Señorío cree que para ser salvo, las personas deben de rendir y comprometer sus vidas a Jesucristo como su Amo o Señor. Ese punto de vista se encuentra entre ambos Calvinistas y Arminianistas. Ya que los Cristianos son los que están sometidos a Cristo, sus vidas lo van a mostrar al alejarse de sus pecados, haciendo buenas obras, y continuar en obediencia a Cristo. Cualquiera que está viviendo de esta manera puede tener algo de seguridad, pero no seguridad absoluta, porque el futuro es incierto.

Entonces, aunque los Calvinistas Reformados creen que una vez que ellos son salvos, ellos son salvos para siempre, ellos no pueden estar seguros de si ellos fueron realmente salvos. Los Armininistas creen que ellos son salvos hoy, pero no pueden estar seguros de que continuarán siendo salvos mañana. Los de la Salvación por Señorío dicen tener una seguridad tentativa. Sólo la posición de la Gracia Gratuita permite una total seguridad de la salvación en base a una salvación sólo por gracia sólo por medio de la fe en Cristo sólo.

Somos salvos por lo que Dios ha hecho por nosotros al proveer a Jesucristo como nuestro Salvador. La Salvación es por gracia, un regalo de Dios. No depende de nuestro desempeño. Debemos de creer en Cristo, pero no es la fe la que nos salva - Jesús nos salva. La fe es cómo nos adueñamos de la promesa de la salvación eterna. Alejarnos de pecar, someternos a Cristo como Señor, y hacer buenas obras no puede salvarnos si no creemos en Jesucristo como el que nos salva de nuestro pecado. Nuestra seguridad viene de confiar en lo que Dios ha hecho por nosotros, no en lo que nosotros hacemos.

Aquellos que son enseñados que pueden estar seguros al ver su fe pueden ser engañados, porque ellos pueden tener una gran fe en algunos puntos acerca de Jesucristo, pero sin creer en Él y Su promesa de la vida eterna. Ellos se pueden alejar de sus pecados, rendirse a Cristo, y servirle a Él como Señor, y no creer en Él como Salvador (cf. Mt 7:21-23). Irónicamente, estos sistemas de seguridad basados-en-desempeño pueden dar una seguridad falsa de la salvación, algo de lo que acusan a la posición de la Gracia Gratuita.

Es verdad que los que sostienen la perspectiva de la Gracia Gratuita pueden de alguna manera darle un falso sentido de seguridad a alguien si aconsejan a uno que no entiende el evangelio y no es salvo. Pero si alguien refleja una clara comprensión del evangelio y confía en Jesucristo como su Salvador, entonces es razonable y práctico ayudar a esa persona a conocer que es salva. Dios quiere que sepamos que somos salvos (cf. 1 Jn 5:11-13). Los autores del Nuevo Testamento sabían que ellos y sus lectores eran salvos, aunque muchos lectores no estaban viviendo vidas rectas (e.g., los corintios; vea 1 Cor 6:11).

Estamos seguros de nuestra salvación por el testimonio de Dios y Jesucristo a través de las Escrituras. El que crea en Cristo tiene vida eterna, no va a ser juzgado por sus pecados, y ha pasado de muerte a vida (Jn 3:16, 36; 5:24; 6:47). Estas cosas son verdaderas y finales. Estamos seguros por la promesa de la gracia de Dios, porque la gracia garantiza que la seguridad de nuestra salvación depende de Dios, no de nosotros (Ro 4:16).

La misma naturaleza de la fe también nos garantiza. La fe es estar convencidos y seguros de algo (Heb 11:1). Ya que la Biblia dice que cualquiera que cree en Jesús tiene vida eterna, la suposición es que nosotros podemos saber cuándo creímos en algo. Sabemos que somos salvos de la misma manera que sabemos que creemos que 2 + 2 = 4 o que hemos creído que Jesús es Dios.

Algunos usan un banco de tres patas para ilustrar cómo podemos saber si somos salvos. Una pata es el testimonio de la Palabra de Dios, otra es nuestras buenas obras, y la tercera es el testimonio interno del Espíritu Santo. No obstante, el testimonio de la Palabra de Dios es una seguridad suficiente. Si la Palabra dice que somos salvos, entonces nuestras obras o nuestra percepción del Espíritu Santo dentro de nosotros sólo son evidencias secundarias para corroborar. La evaluación subjetiva de nuestras obras y el testimonio interno del Espíritu Santo son imperfectas y pueden cambiar, pero la Palabra de Dios nunca cambia.

Si tenemos total seguridad de nuestra salvación, podemos vivir en paz y con confianza en que Dios nos ha aceptado, Este cimiento seguro nos da una fuerte motivación para crecer en nuestra relación con Dios. Podemos vivir confiadamente, morir confiadamente, amar confiadamente, y confiadamente compartir el evangelio con otros. Esta no es una presunción o falsa seguridad; es tan cierta como la Palabra de Dios.

Aquellos que se ven a sí mismos para juzgar si ellos han creído en la forma correcta, se han arrepentido correctamente, o se han comprometido a sí mismos a Dios lo suficiente nunca van a poder estar absolutamente seguros de su salvación. Ellos pierden la paz, la confianza, la seguridad, y los cimientos para una sana relación con Dios. Ellos están sujetos a dudas, culpa no saludable, y el peso del legalismo (tratando de encontrar que Dios los acepte por lo que ellos hacen).

Cualquier sistema teológico que requiera que echemos un vistazo a la calidad de nuestra fe o desempeño no puede dar una seguridad de la salvación. La opinión de la Gracia Gratuita, porque es la opinión bíblica, ofrece una total seguridad en base a la objetiva verdad de lo que Dios dice acerca de quién es Jesús, lo que Él ha hecho, y lo que Él promete. Los que quitan su enfoque de estos hechos objetivos y se enfocan subjetivamente en sí mismos no van a encontrar total seguridad. La fe, el arrepentimiento, el compromiso, y la perseverancia no son nuestro salvador; ¡Jesucristo es nuestro Salvador!