El Señorío y los Falsos Seguidores de Mt 7:21-23

21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. - Mt 7:21-23

Este pasaje se usa muy a menudo para mostrar que muchos Cristianos profesantes de hecho no son salvos. Está claro que estos falsos seguidores son rechazados por Jesucristo aunque ellos saben quién es Él y tienen abundantes buenas obras. Pero ¿este pasaje enseña, como dicen algunos, que una persona debe totalmente rendirse al Señorío de Cristo para poder ser salvos? ¿Qué significa hacer 'la voluntad de mi Padre que está en los cielos' que consigue la entrada al cielo?

Esto es lo que sabemos acerca de los sujetos de este pasaje:

• Evidentemente ellos están relacionados con los falsos profetas de 7:15-20 (Vea Apuntes de Gracia no. 51) quienes guiarán a las personas lejos de la puerta estrecha que es Jesús (7:13-14). El enunciado 'No todo el que me dice' en el verso 21 se une con el 'sus' en el verso 20, como lo hace el 'os' del verso 23. Jesús pudo haber estado hablando también de esos que engañan como falsos profetas. Por fuera este grupo muestra buenas obras (ellos se ven como ovejas; 7:15), pero ultimadamente sus verdaderas creencias son reveladas con lo que ellos dicen
• Ellos tienen una teología correcta porque ellos confiesan que Jesús es Señor. El título de 'Señor' es un título de respeto, pero también de deidad cuando se usa para Jesucristo. Su repetición en los versos indican un énfasis en quién es Cristo
• Ellos están sometidos a Jesucristo como el Señor de sus vidas. Por el enunciado enfático ('Señor, Señor') y el alarde de los milagros hechos en Su nombre (v. 22), podemos decir inclusive que esos profesantes son ultra-señorío. No hay ninguna indicación de que ellos se hayan equivocado en su concepto acerca de quién es Cristo, ni tampoco hay alguna indicación de que ellos no estén totalmente sometidos al señorío en su conducta ética. De verdad que ellos están sirviendo y siguiendo a Jesucristo entusiásticamente
• Ellos tienen muchas buenas obras - de hecho, tienen grandes obras. Ellos han predicado y han hablado como profetas, han hecho exorcismos, y hecho muchas señales supernaturales
• Ellos están confiando en sus obras para merecer la vida eterna. Su súplica delante de Cristo revela un intento para justificar su entrada al reino de los cielos en base a sus actos maravillosos. Su orgullo por sus obras revela una actitud de auto-justificación. En su súplica, ellos no dicen: '¿Qué no hemos creído sólo en Tu nombre?'
• Ellos son 'muchos' en número (v. 22), no son excepciones raras. Tristemente, la naturaleza de su auto-engaño se ha extendido ampliamente. Esto no es una sorpresa, ya que Jesús anteriormente indicó que la mayoría de la gente no iba a encontrar el camino a la vida eterna (7:13-14)
• Ellos no han sido salvos eternamente. Ellos no tienen la salvación y la pierden, o creen en Cristo y fallan al no perseverar. Jesús dijo que Él nunca los conoció y los rechaza (v. 23)
• Ellos están practicando la maldad (v. 23). Pero, ¿Qué significa esto? No hay ninguna pista de alguna conducta contraria a la Ley de Moisés o inmoralidad evidente. El significado de 'maldad' debe estar conectado con hacer 'la voluntad de mi Padre' que Jesús menciona en el verso 21. Ellos no están haciendo la voluntad de Dios en relación a Jesucristo, porque ellos están malinterpretando la Ley como lo hicieron los Escribas y los Fariseos (5:21-7:6), usándola para establecer su propia justicia en lugar de mirar a la abundante justicia de Cristo (5:20).

La voluntad de Dios para las personas no-salvas no es simplemente una teología adecuada y obras impresionantes, Jesús quiere que las personas acepten el Camino de Dios (7:13-14) y la Palabra de Dios (7:24-27), y que como consecuencia le obedezcan. Anteriormente en este Sermón, Jesús enseñó que al reino de los cielos sólo entraban aquellos cuya justicia excedía a la auto-justificación de los líderes judíos (5:20-48). La justicia que se requiere para la vida eterna no es en base a una conducta externa (5:21-28), por lo que ellos debían de buscar la justicia de Dios (6:33). Jesús es el camino angosto que lleva a la justicia y a la vida de Dios (7:13-14; Jn 10:9). Palabras y conceptos similares en 7:21-23 y 21:23-46 muestran que el asunto en cuestión es creer en Cristo y Su justicia (21:25, 32). Otros pasajes bíblicos nos ayudan a entender cómo recibir la justicia de Dios (Ro 3:21-24). La obras no son aceptables para obtener la justicia de Dios (Ro 4:4-5). La única cosa que Dios quiere que un incrédulo haga es creer en Su Hijo, Jesucristo (Jn 6:27-29). La voluntad del Padre es que crean en Jesucristo para la justificación (Mt 12:50; Jn 6:40).

• Buena teología no es suficiente para salvar a una persona. En Mc 1:24 los demonios también proclaman un punto de vista adecuado acerca de la posición de Cristo como Señor
• Someterse al señorío de Cristo no es suficiente para salvar a una persona. Alguien puede someter toda su vida y ser un devoto seguidor y siervo de los mandamientos éticos de Cristo, pero no conocer a Jesucristo como su Salvador. Después de todo, la gente en este pasaje no dijo: 'Salvador, Salvador'
• Las buenas obras, sin importar qué tan grandes sean, no son suficientes para salvar a una persona. Ni tampoco las obras de uno pueden probar una relación con Jesucristo como Salvador. Hechos milagrosos pueden venir de fuentes diferentes a Dios (Hch 19:13; 2 Ts 2:9; Ap. 13:1-12)
• La auto-justicia no puede salvar a una persona. Las personas del pasaje no dicen que han creído en Cristo para Su justicia. Las personas no-salvas necesitan una justicia que no sea la de ellas ni la de sus propias obras, ya que nunca pueden alcanzar el perfecto estándar de Dios. Sólo la justicia de Cristo que se obtiene por medio de la fe en Jesucristo satisface los requisitos de la justicia de Dios.
• Es posible que muchas personas que piensan que son Cristianos no sean salvas. Están confiando en su correcta teología, en su dedicado servicio a Jesucristo, o en hacer grandes obras. Ellos no conocen la voluntad de Dios, que es creer en el Señor Jesucristo como su Salvador del pecado y recibir Su justicia en lugar de tratar de establecer su auto-justicia
• Aquellos que no creen en el Señor Jesucristo como su Salvador revelan una absoluta falta de respeto y desprecio por el mandamiento y deseo de Dios de que ellos crean. Jesús rechaza a semejantes personas porque esta incredulidad es la más grande desobediencia (Jn 3:36), o maldad

Este pasaje muestra que existen Cristianos profesantes no-salvos que siguen a Jesucristo exteriormente, pero que no le conocen a Él personalmente. Este pasaje no se puede usar para decir que aquellos que creen en Jesucristo como Salvador no son salvos a menos que ellos también se sometan a Su señorío. Esto es exactamente lo que el pasaje no está diciendo. No existe ninguna indicación de que este grupo haya creído en Jesús como su Salvador del pecado, aun así existe toda la evidencia de que ellos han creído y se han sometido a Él como el Señor de sus vidas. La razón por la que ellos no son salvos es porque ellos no han hecho la voluntad del Padre - creer en el Señor Jesucristo como el Salvador de sus pecados quien les imputa Su justicia. Muchos Cristianos profesantes tienen una falsa seguridad porque ellos están mirando y confiando en su sometimiento y en sus obras en lugar de descansar totalmente en el mérito de Cristo y Su obra en representación de ellos. Tristemente, en el Día final del ajuste de cuentas, ellos se van a encontrar con que no tenían vida eterna y que llevaron a otros al mismo destino guiándoles mal. Nosotros debemos de someternos a Jesucristo como Señor, pero debemos creer en Él como nuestro Salvador si queremos tener vida.